Z VI //Del natural// 2017

El rostro y el campo (paisaje emocional) 

El rostro que nos mira y que mira. Mira el campo y luego nos observa. Mira con emoción lo que le rodea. ¿Observa una obra de arte con la misma emoción que mira un paisaje? Esta pregunta está casi prohibida en el arte actual. El arte está tan intelectualizado que no dejamos que los sentimientos más sencillos afloren en nuestro trabajo y en el que lo observa. En el arte actual se habla demasiado. Deberíamos callar y mirar más el monte, el campo, el árbol. Callados, observar a quien nos mira. Deberíamos ser más humildes y naturales. 

El dibujo es la técnica más cercana al corazón. En silencio dibujar lo que nos rodea. A quién nos rodea. Y que el dibujo hable por si mismo, pero casi en un susurro…. 

Guillermo Martín Bermejo

Noviembre 2017

Eleusis

  

<En este caso una de las cosas que hemos aprendido es que la palabra psicodélica es un tabú>

Belio Mgz 032

Neo-Psychedelia, 2010

Eleusis es un proyecto multiformato, adaptativo y procesual desarrollado a través de una serie de relaciones.

Parte de lo natural; de la inclusión de ciertas plantas, llamadas enteogénicas, en costumbres ancestrales heredadas generación tras generación y readaptadas a la evolución del ser humano y su condición, siempre con un fin en concreto o, por accidente.

Buscar respuestas no solo a las preguntas clave como: ¿Quiénes somos? ¿De donde venimos? ¿Adónde vamos? También respuestas a enfermedades y a cuestiones mucho más pragmáticas que han supuesto un cambio radical en la percepción humana y la relación que mantenemos con la realidad.

La psicodélia contiene mucho más que toda una generación bañada por la contracultura, más bien, es un coexistir entre la botánica, el mito, la espiritualidad, la naturaleza, la filosofía, la medicina, la química, la mente, la banalidad y la prohibición. A pesar de esta última característica, la psicodélia sigue desarrollándose en todos sus campos, aunque de manera lenta las investigaciones son tremendamente favorables en post de un desarrollo y exploración del espacio desconocido contenido en nuestra mente.   

Las nuevas tecnologías nos han acercado aún más al desarrollo de la percepción humana. No es de extrañar que herramientas como la fotografía, el vídeo, el diseño, el mapping y el sonido, en combinación, sean capaces de adentrarnos en experiencias inmersivas sorprendentes e innovadoras.

La percepción del artista no esta limitada a lo que es biológica o socialmente útil. Se filtra hasta su conciencia. Es un conocimiento del significado intrínseco de todo lo existente. Para el artista y el que toma mezcalina, los ropajes son jeroglíficos vivos que representan, de un modo peculiarmente expresivo, el insondable misterio del puro ser. (Las puertas de la percepción, Aldous Huxley, 1977)

Solo, mediante la pureza de la desnudez, la investigación, la humildad y el respeto, el humano podrá  comprender la apabullante grandeza de la naturaleza que le rodea. Transformándose en su propio tiempo, atisbando la lucha interna por apaciguar a sus “Yos”

Rafael Blanco (Nankayshan)

 2017

Atraído por los aspectos dramáticos y aterradores del mundo y su capacidad para cambiar el rumbo de las cosas, quizá influenciado por las sinergias que genera la convivencia en un entorno donde el sentimiento por la tradición, la familia y la muerte están muy arraigados. Mi modo de concebir la experiencia creativa se decanta por un lenguaje temperamental, apasionado y grotesco.

Encuentro en el retrato –ya sea humano u animal- y sus ilimitadas transformaciones, la forma más directa y clara de exponer mis ideas. Es habitual en mi obra utilizar la forma anatómica del rostro como un lugar donde suceden todo tipo de hibridaciones entre elementos orgánicos: tendones, músculos, vísceras, piel, carne y cabello se amontonan y mezclan entre sí, dando como resultado una masa biológica que nos revela la fragilidad del propio material.

Estas cabezas se muestran sobrecogedoras al espectador, como un gran trozo de carne. Contraponiendo sentimientos de magnetismo y repulsión, serenidad y violencia, realidad y fantasía, frivolidad y gravedad…

Me interesa trabajar con la preocupación existencial del individuo o la conciencia colectiva referida a cómo afrontamos la decadencia del mundo actual, la crueldad, la animalidad, la enfermedad, la fugacidad de la vida, el especismo o la propia extinción.

Mis retratos son en definitiva Vanitas contemporáneos; una forma de acercar al espectador de manera fortuita a tomar conciencia sobre cuál es su papel en la sociedad y cuáles son los verdaderos valores que prevalecen ante su inevitable desaparición en un mundo cada vez más tenso e inestable.

Miguel Scheroff